Esta es mi historia : A mis 24 años tuve a Alicia y fue justo ahí cuando me fui de caras contra la realidad… entre noches en vela, pañales sucios, llantos que no lograba comprender bien porque que eran y muchísima confusión, comprendí que no existe nada más alejado a la maternidad que las vallas y comerciales publicitarios, que estamos llenos de mitos y ante todo que nadie nos prepara para ser madres; pues si, ahí estaba yo… confundida, entre felicidad e incertidumbre, llena de miedos y ganas de hacer todo a la perfección entonces me dije a mi misma: “ mi misma esto lo tengo que contar” si no me voy a morir loca!! Por eso cree mi blog lo que no te cuentan de ser mamá, porque con el tiempo fui entendiendo que nos sentimos solas, confundidas y muchas veces juzgadas, que nadie nos cuenta esas pequeñas cosas de ser mamá, nadie nos prepara para llorar por las vacunas de nuestros hijos ni para comer sobraditos llenos de babas… son esas cosas las
que hicieron que quisiera contarle al mundo las cosas nunca me dijeron de ser mamá, es un llamado a la maternidad ojerosa, fea, desarreglada y MUY agotada, pero ante todo una maternidad real, humana y llena de amor.
Con el tiempo como a todas las madre mis súper poderes fueron apareciendo …. Aprendí a no dormir toda la noche y aún así levantarme con energías para el día (aunque el sueño se volvió mi amigo inseparable), también encontré la forma de estudiar, trabajar en mis prácticas, ser una esposa y mamá presente…. Aunque al principio creí que me iba enloquecer, pensaba que el tiempo no me rendía para nada.
Alicia ya no es una bebé y a lo largo de estos 2 años he aprendido que lo más fácil es perdernos en el rol de mamá “todo terreno” se nos pasan las semanas y no volvemos a vernos con nuestras amigas, no salimos a comer con nuestra pareja, no vamos al salón de belleza y hasta nos sentimos culpables por querer escapar de nuestros hijos por un ratico ¡ nos damos látigo! Y creamos nuestras propias razones para no darnos este tiempo para nosotras mismas, entonces un día me revelé y le dije a mi esposo “novio salgamos sin Alicia” fue como una primera cita, confieso que hablamos de ella todo el tiempo y la
Con el tiempo comprendí que es necesario sentirnos bien y felices con nosotras mismas,también entendí que está bien tener ayudas dejando a un lado ese sentimiento de culpa y que de vez en cuando nos den la mano con nuestros chiquis, para poder cultivarnos como mujeres seguras y tranquilas para irradiar toda esa paz interior en nuestros hogares!.