Mi esposo y yo procuramos informarnos mucho acerca de los procesos de crecimiento de Alicia, buscamos conferencias, artículos, grupos de padres, etc. Y en una de nuestras búsquedas dimos con un pediatra español llamado Carlos González que realmente nos engancho de inmediato, no solo por lo profesional de sus consejos sino porque tiene una forma muy natural de ver la crianza, que es algo en lo cuál nos hemos basado para la forma de cuidar a Alicia.
Nuestra hija ha sido una niña esquiva, que no le gusta que la carguen personas diferentes a nosotros, lo cuál siempre hemos aceptado y creemos que lo correcto es respetar su forma de ser, y que ella aprenderá a confiar en las personas a su tiempo.
En una de sus conferencias Carlos González habla acerca de la crianza con apego (abajo les comparto el video), y explica las diferencias del apego seguro, inseguro y ambivalente, apenas vimos ese titulo nos creó una curiosidad enorme… ¿será que Alicia tiene apego inseguro? El lo explica por medio de un experimento llamado la “situación del extraño” creado por Mary Ainsworth, en la cuál ponen a un bebe y su madre en una habitación con juguetes luego la madre se va y el bebé por obvias razones empieza a llorar, lo interesante de este experimento sucede cuando la madre regresa a la habitación, la respuesta que tiene el bebe es lo que evidencia que tipo de apego tiene, por ejemplo si el bebe al ver a su madre pide brazos y deja de llorar o llora poco para luego calmarse e inmediatamente vuelve a explorar es una apego seguro, si sigue llorando a pesar de que la madre esta con el muestra un apego inseguro y si se niega ante el consuelo de la madre evidencia que el niño se siente rechazado entonces para evitar este rechazo prefiere no esperar ningún tipo de atención.
Y PLAZ! Ahí mismo se me vinieron a la cabeza todas las personas que nos decían que íbamos a malcriar a Alicia por no obligarla a estar con otras personas, que lo mejor era dejarla llorar, que después iba a ser imposible dejarla en el preescolar, y mil cosas más que realmente al principio nos crearon miedos, pero hoy en día comprendemos que cerrar los oídos a sido de las mejores decisiones que hemos tomado, porque Alicia como todos los niños es completamente diferente y es que es lógico que a unos bebés les de más miedo que a otros separarse de sus padres, con el tiempo ella se ha vuelto mucho más curiosa, sale a explorar solita, ¡eso sí cada dos segundos voltea a ver que sigamos ahí cerquita de ella!
A manera de conclusión: Aunque todos quieran decirnos como hacer las cosas como si los niños fueran una operación matemática exacta y con todos diera el mismo resultado, los padres somos responsables de conocer y ante todo respetar el temperamento de nuestros bebés porque así sabremos como responder mejor ante diversas situaciones, además que entenderemos que no necesariamente porque nuestro hijo llore con otras personas algo anda mal.
Crianza con apego por Carlos González