Dos rayitas ahí frente a nosotros, alegría, susto y todas las emociones que esto trae, pero… ¿mi bebé estará bien? ¿será un bebé sano? ¿yo que salté de esta forma, comí aquello, paseé en moto, le habré hecho daño? ? Esas y mil preguntas más se me ocurrieron, yo ya no quería moverme más rápido que un caracol para que a mi hija no le fuera a pasar nada y se me hacia terriblemente larga la espera para cada cita, la primera vez que la escuchamos fue por que tuvimos un leve sangrado que era normal, pero nosotros con esas ansias típicas de padres primerizos queríamos que un profesional nos confirmara que todo estaba bajo control.
En esa cita fue la primera vez que le escuchamos latir su diminuto corazoncito ( también fue la primera vez que el papá lloró viendo a su hija que para ese entonces media 1 cm.) como la doctora apretaba botones, movía un tris esto, después movía aquello, pero no decía nada a mi se me hacía eterna la espera ?, después nos dijo que todo estaba bien, lo cuál nos dio tranquilidad
Cada vez que teníamos cita de control yo me ponía nerviosa, pensaba (pero a nadie le decía): ¿ y si algo no esta bien? ¿y si me dicen que le falta o le sobra algo?, entonces entrábamos al consultorio y el doctor decía vamos a revisar esto y lo otro, y yo cruzaba los deditos, me acostaba y me ponía súper atenta para mirar todo y el decía: si ven el fémur? Y esta es la cavidad de yo no se que, ¿la ven? Y nosotros con cara de búhos respondíamos: sí ?, y el: este es el estomago y mostraba una manchita negra que se movía, y nosotros, ? ahh si! (pero la verdad no entendíamos casi nada), entonces el doctor decía (con cara de ellos no entendieron nada entonces mejor se lo digo más claro) : “tienen un bebé muy saludable”. Y yo ya tenía una sonrisa gigante en la cara el resto del día, y ni hablar de lo orgullosa que me sentía de Alicia.
Cada vez que ella crecía podíamos verla mejor y ya no era como si nos hablaran en ruso, pero confieso que hasta la última revisión crucé los dedos, por que como mamá siempre quiero escuchar que todo anda bien, que todos esos cuidados están dando resultado, y aun me pasa con el pediatra espero como si me fueran a decir que me gane la lotería, y la mejor noticia que me pueden dar es que hasta ahora todo marcha sobre ruedas (aunque el llanto de Alicia en las citas no diga lo mismo jajajajaja).